Las grandes empresas que ofrecen sus productos a nivel mundial son respetadas tanto por la calidad de sus productos, como por la de su embalaje y presentación de los mismos, es por ello que son realmente cuidadosas y responsables a la hora de embalar su mercancía ya que su reputación depende del estado en el que llegue su producto al cliente final.
El sector del embalaje no se dirige únicamente a grandes y medianas compañías, este proceso es parte de nuestra vida cotidiana desde hace mucho. Personas que preparan una mudanza necesitan embalar sus pertenencias para garantizar que sus objetos valiosos lleguen en perfecto estado a su próximo y futuro destino.
El proceso de embalaje le da al usuario la confianza de que los productos llegarán íntegros al destinatario. Es algo más que solo transportar con seguridad objetos, es un proceso efectivo de organización y distribución.
¿Qué es el embalaje?
El embalaje es el proceso de empaquetado de un artículo, con el objetivo de que sea enviado a un destino a la mayor brevedad y que el mismo llegue en perfectas condiciones. Se le llama embalaje, ya que el objeto que se desea proteger pasa por diferentes etapas de empaquetado, lo cual da como resultado que el articulo quede protegido de peligros que pudiese afrontar durante la llegada a su destino final, tales como golpes, caídas, choques, aplastamientos y factores externos o climáticos cómo la humedad, polvo, manchas y otros agentes.
Para realizar un buen proceso de embalaje se debe tener en cuenta:
- El peso del artículo: Al saber esto es más sencillo elegir el material adecuado para soportar el peso del producto y por lo tanto evitar accidentes comunes cómo que el embalaje se rompa o ceda ante el peso.
- La forma del artículo: Colocar un objeto alargado en una caja cuadrada no es del todo práctico a la hora de transportarlo. Lo mejor sería elegir una caja que se ajuste a las necesidades del producto de modo que facilite su transporte.
- La fragilidad del artículo: Este es sin duda el factor más importante, ya que esto nos permitirá elegir con inteligencia que materiales usar para proteger satisfactoriamente el producto.
El proceso de embalaje tiene diferentes etapas que deben llevarse a cabo para asegurar un buen resultado final:
- Empaquetar el objeto con papel aislante o algún material flexible, ligero y resistente: esto permite proteger el artículo en primera estancia de humedad y cualquier tipo de agente externo.
- Rellenar la caja elegida con algún material diseñado para resistir golpes: Existen infinidad de opciones de relleno, desde papel con fibras de madera hasta pequeñas bolas de espuma, excelentes para soportar golpes que pudiera sufrir el objeto embalado.
- Sellar y etiquetar los paquetes: Un buen sellado con cinta adhesiva u otro material sellador evita que el paquete pueda abrirse, las etiquetas son esenciales, ya que, al transportar tantos paquetes, por ejemplo, a la hora de una mudanza, podría confundir al cliente a la hora de identificar un producto embalado. El etiquetado no solo facilita la ubicación de los artículos sino también permite un proceso de transporte más eficiente y organizado.